En ningún momento dejes de confiar en los designios de Dios.
No te encuentras a la deriva, pese a que supongas que el rumbo hacia la felicidad, lo has perdido definitivamente.
La aparente ausencia de respuestas directas a tus pedidos y necesidades, forma parte de un programa para tu bien.
Sin que lo percibas, llegan a ti los socorros imprescindibles para el equilibrio y el éxito, pues sin ellos, por cierto, no soportarías las pruebas que te propusiste como un deber para tu propia evolución.
Joanna de Ângelis
Médium Divaldo Franco
Libro «Optimismo»