Los días son difíciles, reflexiona y ora.
Las compañías son complejas, reflexiona y ora.
Los problemas familiares te asfixian, reflexiona y ora.
Siempre reflexiona y ora, porque muchos, si en vez de comenzar con agresiones verbales reflexionáramos y después oráramos, nos daríamos cuenta que la calma sería la mejor alidada para ver todos los puntos de vista de esos problemas, y nos daríamos cuenta como reaccionamos de una mejor manera.