
Es la pregunta que todos nos gustaría de ver respondida, tal es la dificultad para entender y asimilar aquello que no podemos ver ni notar con los imperfectos sentidos del cuerpo físico. Entretanto, la respuesta no podrá ser “si” o “no” como nos gustaría que fuese, porque serian afirmaciones categóricas, radicales, que jamás expresarían la complejidad y magnitud de las variantes que determinan una u otra de las afirmativas.
El iluminado Espíritu Emmanuel, en la obra El consolador responde, en la pregunta numero 30: “Dentro de las leyes sustanciales que rigen la vida terrestre, extensivas a las esferas espirituales más próximas al planeta, ya el cuerpo físico, exceptuadas ciertas alteraciones impuestas por la prueba o tarea a realizar, es una exteriorización aproximada del cuerpo periespiritual, exteriorización esa que subordina a los imperativos de la materia más grosera, en el mecanismo de las herencias celulares, las cuales, a su vez, se encuadran en las indispensables pruebas o testimonios de cada individuo”