
En la cuestión 625 en El Libro de los Espíritus, a la pregunta de Allan Kardec:
-“¿Cuál es el tipo más perfecto que Dios ofreció al hombre para servirle de guía y modelo?”, los Espíritus respondieron simplemente: “–Ved a Jesús”.
Entender a Jesús como guía de los hombres no nos parece difícil, una vez que, durante su vida en la Tierra, demostró siempre, en su vivir y en las enseñanzas, que vino para indicar a los hombres, la ruta para el desarrollo moral. Al declarar: “Sed perfectos…” dejó claro que todos los hombres pueden perfeccionarse, pues él hablaba para toda la humanidad. Guía, según el diccionario, es “la acción de guiar, dirigir. La persona que dirige, que enseña.» Jesús se encuadra perfectamente en esta definición.