
La educación moral es el aspecto más importante en la práctica mediúmnica. El estado moral del médium determina el grado de utilidad hacia el bien que puede alcanzar la práctica de la mediúmnidad puesto que de ello depende el disponer o no de la colaboración de los buenos espíritus en virtud de los fenómenos de afinidad y sintonía. Podemos definir la afinidad como el fenómeno por el cual nos rodeamos de aquellos espíritus (encarnados o desencarnados) que comparten con nosotros los mismos tipos de pensamientos y sentimientos, y la sintonía, el fenómeno por el cual podemos modificar nuestra vibración (pensamiento y sentimiento) para entrar en relación con otros espíritus encarnados o desencarnados. La afinidad determina el tipo de compañías que nos frecuentan y la sintonía el tipo de compañías que intiman con nosotros pensamientos y sentimientos. Por tanto, la afinidad y la sintonía definen principalmente la calidad del trabajo mediúmnico que queda al alcance de nuestras posibilidades.