
Recomendaciones:
– ¡Solo me entierran cuando comience a oler mal!…
– No me entierren. ¡Quiero ser incinerado!…
– Cumplan rigurosamente el plazo de veinticuatro horas para el entierro. ¡No importan las circunstancias de mi muerte!…
En conferencias sobre la muerte, la pregunta frecuente es:
– ¿Si paso por un trance letárgico y me despierto en la tumba, que pasará conmigo?
La respuesta jocosa:
– Nada de especial. Simplemente morirás en pocos minutos, por falta de aire.