
Indudablemente, somos un gran cuerpo eléctrico. El ser humano, el alma humana es un conjunto de energías pensantes. Sí, todos nosotros. Todo cuanto existe, en el Universo, es formado por esa energía cósmica. Somos parte de esa energía cósmica. Consonante a los principios que regulan la vida del Universo, después del gran Creador que es Dios, la materia, el Espíritu, somos parte de ese Ser Espiritual. Somos Espíritu y tenemos unión con la materia, ese otro principio, a fin de que, a través de esos contactos con la materia, podamos desarrollar nuestras habilidades, nuestro intelecto, nuestras más profundas capacidades. Naturalmente, cuando pensamos así, vale la pena considerar que, si somos un conjunto de energías, tenemos una determinada frecuencia de vibración. Vibramos dentro de un determinado cuadro, dentro de un determinado espectro, que hace con que esas energías pulsen, y esa pulsación de la energía que nos compone, decimos que es nuestra vibración.