Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a un atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás. De repente fue interrumpido por un hombre que le dijo airado:
-¡No engañe a la gente! El poder está en las ideas, no en la palabra. Todos sabemos que las palabras se las lleva el viento. ¡Lo que usted dice no tiene ningún valor!
El maestro lo escucha con mucha atención y tan pronto termina, le grita con fuerza:
-¡Cállate, estúpido; siéntate, idiota!