La palabra Carnaval, según algunos lingüistas, es compuesta de la primera silaba del viejo proverbio latino: Carne nada vale (Carnis levale), también interpretado como «Fiesta del adiós a la carne».
Equivale decir que se debe aprovechar la vivencia carnal para disfrutar hasta el agotamiento de los placeres sensuales proporcionados por los festejos.