El tiempo es, en cierto modo el único tesoro del hombre. Todas las riquezas están expuestas a perderse; los honores, el vaivén de la fortuna los arrebata en brevísimos segundos; la libertad, el menor atropello puede destruirla; la salud, un cambio atmosférico la quebranta y la aniquila; si somos amados, la volubilidad o la ingratitud pueden desheredarnos y dejarnos solos sin una ilusión que sonría en nuestra mente; si grandes conocimientos científicos nos enorgullecen, un descubrimiento nuevo nos prueba que no sabíamos nada.
Día: 7 de mayo de 2016
El adivino de Filadelfia
M. Dassier reproduce la historia siguiente:
“Stilling da detalles interesantes acerca de un hombre que vivía en 1740, que llevaba una vida muy retirada, de costumbres extrañas, y habitaba en los alrededores de Filadelfia, en los Estados Unidos. Aquel hombre pasaba por poseer secretos extraordinarios y ser capaz de discutir las cosas más ocultas. Entre las pruebas más notables que dio de su poder, la que sigue está considerada por Stilling como bien comprobada.
Decálogo para Médiums
La muerte no existe
Si tú perdiste un ser querido, no desesperes; Ten la certeza de que él no murió. Sólo cambió de estado, y tarde o temprano lo encontrarás nuevamente.
No lo decepciones, pues, huyendo de la lucha. No pretendas ser superior a Dios; acepta lo que Dios determinó en su Sabiduría, y serás inmensamente feliz.
El niño es el futuro
En el cuadro de las renovaciones inmediatas del mundo, los angustiosos problemas absorberán naturalmente a los sociólogos más ingeniosos. La civilización enferma requiere recursos salvadores, y socorros providenciales, en vista de la transcendental actualidad. Los organismos gastados por las molestias y la sociedad están obligados a examinar detenidamente las cuestiones más dolorosas, tocando su complejidad y su extensión. Pues, tan pronto pueda regresar al campo pacífico, reconocerá la necesidad de su sana reconstrucción. Mientras tanto, la desilusión y el desánimo serán inevitables en el círculo de los luchadores.