– «Siéntate y descansa, me dijo mi guía, y todo cuanto se te presente, asiéntalo y guárdalo en tu libro de memorias.»
Así lo hice. Y ahora aprovecho la ocasión que se me presenta con esta linda historieta, para dar nueva vida a lo que ya un día había sido mío.
Estando escribiendo y tomando apuntes del natural, pensaba: Si ya no dispongo de un cuerpo para poder escribir ¿qué haré yo con estos apuntes, si de nada me han de servir? Y entonces oí a mi guía que me hablaba:
—«Mujer de poca fe, ¿acaso, en la tierra, para escribir, no necesitabas: tú la inspiración de los de arriba? Pues ahora, en lugar de esperar la inspiración, serás tú quien la darás; y no te faltarán en la tierra seres afines a ti que la reciban.»