En la actualidad las drogas alucinógenas ocupan un lugar destacado, pues dominan con mucha facilidad a las nuevas generaciones, estrangulando las esperanzas humanas en relación al futuro.
Los miasmas venenosos que desprenden han creado un paisaje triste, sombrío y desolador, que el hombre que los usa posee una gran miseria económica y moral. Ya que está más preocupado con el cuerpo que con el espíritu, se dejo engolfar por la comodidad y el placer, deparando inesperadamente, en el vació interior que le resulta amarga decepción, luego de secundarias conquistas externas.