Hace mucho tiempo me contaron una historia,
tanto me gusto que en prosa la escribo yo.
Paseando por el campo le llamó la atención
en medio de unas piedras,
un puñado de rosas vio
y extrañado el se acerco,
eran todas de lindos colores,
su aroma embriagaba,
pero en medio de todas había una,
tímidamente escondida
y era la más bella de todas ellas.
Día: 21 noviembre, 2014
Un reloj al enfermo
Un compañero le regalo a Chico un bello reloj de muñeca. Acepto, porque el compañero insistió mucho. Ando varios días con el reloj, admirando la puntualidad. Pero un día, de camino para el trabajo, se acordó de saber, rápidamente, como iba Doña Gloria, a quien en la víspera le dio un pase y para quien Bezerra receto unos remedios homeopáticos.
– Entonces, esta mejor, Doña Gloria. ¿Tomo puntualmente los medicamentos?
El médium Espirita
Cuando el Médium Espírita apareció en la asamblea doctrinaria, sinceramente decidido a la tarea que le fuera designada, abrazó el servicio con ardor; entre tanto, de las pequeñas multitudes que lo acompañaban surgieron voces: “es demasiado verde, no tiene experiencia”.
El sembrador del bien asumió aires de adulto y adoptó costumbres austeras, mas el público observó: “es un viejo prematuro, sin la llama del ideal”. Él renovó la propia actitud y se mostró entusiasta, pero oyó un nuevo concepto: “es un temperamento peligroso, entregado a la insolencia”. Procuró entonces adicionar vehemencia al optimismo y los circunstantes hicieron coro: “es explosivo, dado a la violencia”.
Mudas alegres de albahaca
Gestos simples pueden cambiar el mundo. Inspírate en uno más.
Hace alrededor de un año, una productora cultural y artesana de cuarenta y tres años, decidió dedicar parte de su tiempo para hacer el día de las demás personas un poquito más feliz. Y con una actitud muy sencilla: ella ofrece albahaca a aquel que pase cerca de su casa, en una de las grandes capitales brasileñas.
Todo comenzó cuando decidió distribuir las hojas a otros moradores del barrio. Nonó, como es conocida, juntó envases de zumo, cajas de leche y otras macetitas desechables y los puso en un muro delante de su casa para que los transeúntes llevasen las mudas.