En 1940, estuvo gravemente enfermo. El médico que lo asistía hizo el diagnostico, previendo un ataque de uremia. Si la retención perdurase por más de 24 horas, tendría Chico un colapso y desencarnaría. Así le dijo el médico, colocándolo en la realidad dolorosa.
El facultativo salió y Chico noto que, de lo Alto, Bezerra de Menezes, André Luiz y Emmanuel le proporcionaron los recursos, demostrándole que era grave su estado. Se preparo, entonces, para morir bien. Pidió, en oración sentida, a Emmanuel, que lo recibiese en la Espiritualidad.
Su amoroso Guía sintiéndole la intención, considero: