Dispuesto a olvidar el mal, dedicándote al bien, enfrentas el primer desafío.
Incidente domestico ocurre envolviéndote emocionalmente.
Tienes la impresión que todo el planeamiento para el día se deshace.
Sientes los nervios estremecidos y estás a punto de aceptar la pugna.
Silencia, pues, y actúa.